Bodega chalala - Purmamarca (Jujuy)

La Bodega Chalala, ubicada en la pintoresca ciudad de Purmamarca, en la provincia de Jujuy, se destaca por ser un lugar encantador y acogedor para los amantes del vino y la tranquilidad. Aunque la información disponible es limitada, los clientes han otorgado una puntuación de 8.2 sobre 10, lo que indica que es un lugar que vale la pena visitar.

Según los comentarios de los clientes, la bodega cuenta con un pequeño viñedo de producción propia, lo que añade un encanto especial a la experiencia. Los huéspedes también destacan las atenciones de Jorge, el anfitrión, quien se ha destacado por mantener informados a los clientes respecto a posibles cortes o inconvenientes que pudieran afectar su estancia. Además, en caso de necesitarlo, Jorge ha proporcionado contactos de remis para facilitar el desplazamiento de los visitantes.

En cuanto a las instalaciones, los clientes han mencionado la limpieza y la comodidad de las habitaciones, evidenciando un gran esfuerzo por parte del personal para mantener un ambiente agradable. Sin embargo, un cliente ha señalado la falta de señalización en el lugar, lo que puede dificultar la llegada de los visitantes. Cabe destacar que otro cliente menciona que el dueño vive en Jujuy y no se encuentra en el lugar, por lo que no hay nadie a cargo ni controlando las instalaciones y los viñedos, lo cual es una crítica importante que debería ser tenida en cuenta por la administración.

Desafortunadamente, no se dispone de información sobre los precios o costos de los servicios ofrecidos por la bodega, ni sobre una página web donde se puedan obtener más detalles. Sin embargo, a pesar de esta limitación, los comentarios positivos de los clientes sugieren que la visita a la Bodega Chalala puede ser una experiencia placentera para aquellos que buscan un ambiente tranquilo y una producción vitivinícola artesanal.

la Bodega Chalala en Purmamarca, Jujuy, es un lugar que ha recibido buenas críticas por parte de los clientes, quienes destacan la limpieza y comodidad de las instalaciones, así como la hospitalidad y atenciones de Jorge. Aunque hay algunas críticas sobre la falta de señalización y supervisión, la experiencia en general parece satisfactoria y vale la pena visitar la bodega si se busca un ambiente tranquilo y la posibilidad de degustar vinos producidos localmente.